martes, 2 de septiembre de 2014

El insomnio, causas y efectos


Dormir bien es una actividad necesaria y reparadora que se experimenta como algo agradable. Sin embargo, el insomnio es hoy en día un mal que afecta a más de un 30% de las personas adultas, y que en algunos casos requiere tratamiento médico.

Las personas que lo padecen, al día siguiente suelen estar irritables, sienten como si estuvieran de resaca, no están lúcidas ni rinden en el trabajo. Y curiosamente cuanto más se necesita dormir, más dificultad se tiene para conciliar el sueño.

Existen dos tipos principales de insomnio. El primero consiste en la dificultad para dormirse, que es más propio de adultos jovenes, mientras que el segundo consiste en la imposibilidad de mantener el sueño durante varias horas, más usual a partir de los cincuenta o sesenta años.

Algunas causas que lo provocan

El insomnio está provocado por varias razones, entre ellas la edad (a mayor edad más posibilidad de padecer insomio) la falta de actividad física o psíquica (ya que la vida sedentaria provoca menos fatiga), estados de estrés, depresiones, situaciones que nos preocupan y el miedo a no dormir. La preocupación por el insomnio se convierte en causa y efecto a la vez, por tanto se empeora la situación.

Necesidad de rutina

Una buena técnica para favorecer el sueño es respetar sus horarios. La vida poco regular en cuestiones de sueño-vigilia, es sin duda, la primera causa de insomnio. Algunos expertos dicen que hay que saber coger el tren del sueño que siempre suele pasar a la misma hora, porque si lo perdemos deberemos esperar al siguiente; y en cuanto al despertarse ocurre algo parecido.

La rutina en nuestros actos fisiológicos, el horario de las comidas, el ordenamiento de nuestras actividades laborales o lúdicas favorecen el sueño. El cuerpo tiene sus relojes internos y debemos respetarlos.

Pautas para combatir el insomnio
  • -Hacer ejercicio físico y psíquico durante el día es de gran utilidad.
  • -Cambiar la ropa de cama a diario, la ropa limpia produce sensación de bienestar.
  • -Evitar los excesos.
  • -Cenar de forma ligera.
  • -No abusar de alimentos excitantes como el café, el té o el chocolate.
  • -Un baño a temperatura templada con una infusión de manzanilla antes de acostarnos, es muy relajante.
  • -Realizar ejercicios de respiración diafragmática o abdominal: acostados boca arriba con una mano sobre el vientre, expulsar aire por la boca suavemente para contraer el abdomen (hasta que parezca vacío) inhalar por la nariz y expandir el abdomen despacio (concentarse en expandir esa zona como un globo) mantener unos segundos y expulsar muy lentamente. Repetir 5 ó 6 veces, concentrándose en la respiración.
  • -Leer un libro o prensa, esa actividad por la noche produce cansancio.
  • -Tomar tisanas con una mezcla de manzanilla, valeriana, amapola y corteza de naranja.

Siguiendo esas pautas durante un tiempo, es muy probable que el insomnio aparezca con menos frecuencia. A excepción de algunos casos graves que necesiten medicación, pero incluso éstos notarán una leve mejoría.


Complemento con este video de técnicas de relajación, es muy bueno, si se practica con regularidad aportará muchos beneficios y ayudará a mejorar el insomnio.



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