El bronceado está de moda y se asocia a un estatus social, salud, vacaciones y diversión. Esto ha hecho que la gente abuse mucho del sol. Las quemaduras de joven, la reiteración continuada de tomar el sol, los golpes de calor en verano y que la gente esté horas y horas en la playa, todo eso hace que aumente el riesgo de cáncer de piel.
El bronceado es un mecanismo de defensa contra la agresión que significan las radiaciones ultravioletas del sol. Es un mecanismo de defensa pero en el momento que te estás bronceando año tras año se va gastando. Y cuando ya se ha gastado y no puede funcionar más porque las células ya no pueden trabajar, es cuando aparece el envejecimiento precoz y las manchas en la piel. Es por ésto que cada año se hace incapié en los consejos de protección solar: llevar ropa, gorra, beber agua con frecuencia, tomar zumos de fruta, evitar las horas de máxima exposición, de mayor intensidad y protegerse con un buen factor solar tanto en verano como en invierno.
La piel tiene memoria, desde que nacemos comienza a recibir radiación y eso va sumando. Podría decirse que la piel perdona pero no olvida. Te perdona la quemadura solar pero eso queda en su memoria y llega un momento en que ha sumado tanta radiación a lo largo de la vida, que a partir de un umbral determinado comienzan a aparecer o pueden aparecer problemas como el fotoenvejecimiento, proceso que se caracteriza por la aparición prematura de lesiones en la piel.
LAS QUEMADURAS
Las quemaduras se producen cuando los rayos ultravioletas penetran en la piel y causan la muerte del tejido de la epidermis. Pueden ir desde ligeras irritaciones hasta el extremo de afectar los vasos sanguíneos que alimentan las células de la piel.
Uno de los primeros síntomas que experimentamos cuando nos exponemos excesivamente a los rayos del sol, es la resequedad producida por la deshidratación de la piel. Luego, puede aparecer una ligera rojez que desaparece en unas horas o al próximo día. O pueden producirse quemaduras con ampollas que demoran de dos a tres semanas en sanar. En estos casos es aconsejable acudir al dermatólogo.
REMEDIOS CASEROS
Durante las primeras horas después de haberse expuesto en exceso a los rayos solares, puede aliviar el problema aplicando varios tratamientos caseros como:
Colocar las compresas humedecidas en:
LA PROTECCIÓN SOLAR es muy importante, y si no se hace de manera adecuada, a largo plazo pasa factura.
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