miércoles, 3 de septiembre de 2014

Motivación para corredores principiantes


Como dijo un entrenador argentino a uno de sus jugadores: “Cuando pensés en correr, andás”. Eso mismo es aplicable para intentar empezar a correr. Si nunca has corrido antes, puede ser muy frustante dar cuatro zancadas y cansarse. Por eso, lo mejor es ponerte ropa cómoda, un buen calzado deportivo y comenzar a andar. No te cansarás y además poco a poco irás cogiendo tono muscular. Al cabo de varias sesiones puedes empezar a trotar. No se trata de sufrir, sino de disfrutar el momento y el bienestar posterior.

Elige siempre una misma hora del día. Por ejemplo a primerísima hora de la mañana, antes de ir a trabajar. Está todo tranquilo, el aire y las calles más limpias y en el horizonte, el amanecer. Antes de salir puedes comer un plátano, aunque muchas personas prefieren ir en ayunas, teniendo en cuenta que el cuerpo mantiene sus reservas del día anterior; en cualquier caso, es una elección personal. Pero si te cuesta madrugar y prefieres correr por la tarde, elige las horas del atardecer porque hace más fresco. No corras por la noche, al contrario de lo que parece, no relaja, sino que excita y es posible que luego te cueste dormir. 

No hace falta comprar una ropa especial para salir a correr, al menos al principio, ya lo harás más adelante. Sólo unas buenas zapatillas, ropa cómoda, un mp3 (opcional) y un poco de voluntad.  

Márcate objetivos alcanzables, como "hoy voy a ir a tal sitio". Una buena motivación es también prepararse para correr una de las muchas carreras populares que hay en cada ciudad. Comparte tus logros con tus amigos, ellos te animarán y de paso alguno decidirá seguirte en la actividad, algo que te vendrá muy bien porque es más fácil motivarse si vas acompañado, el simple hecho de quedar con la otra persona te fuerza a salir a correr. Pero si no es así, tú y tu música haréis un buen equipo.

CUANDO APARECE EL CANSANCIO



Cuando te sientas cansado deberás bajar el ritmo todo lo necesario hasta andar. No estás en una competición, y por supuesto, no intentes seguir el ritmo de otro y mucho menos al principio. Si la otra persona quiere ir más rápido, no hay problema. Tú, a tu ritmo.

Bebe agua, antes, durante y después. Si es posible, toma alguna bebida isotónica y si es de fabricación casera mejor. Lleva un ritmo de respiración regular, incluso si sólo vas a andar. Un ritmo de inspirar durante tres pasos y expirar durante los dos siguientes es el mejor. Prueba. Lo más importante, en cualquier caso, es la expiración, ya que nos permite sacar más CO2 y ayuda a la inspiración.

Siempre que puedas, busca pistas de tierra para correr. El asfalto o las aceras absoben peor las zancadas. Evitarás lesiones.

ESTIRAMIENTOS

Realiza estiramientos antes y después de correr. Si no has estirado nunca, busca tablas de estiramiento sencillas (ver en este blog "estiramientos antes y después de correr") o elige cualquier otra que te vaya mejor y realízala siempre. 

Cuando termines la actividad, no te duches enseguida, hazlo más tarde, asi dejarás que tu cuerpo sude y vaya recuperando la temperatura de forma gradual. Además, sudar forma parte del aparato escretor y de esa forma eliminarás toxinas. Comienza la ducha con agua templada y termina con agua fría, eso estimulará la circulación. Toma un buen desayuno y empieza el día con energía y actitud positiva. 

¡Ánimo y a seguir!



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