jueves, 27 de agosto de 2015

La Cinta de correr

Lo más recomendable a la hora de correr es hacerlo al aire libre, pero a veces la rutina diaria nos deja poco tiempo para practicar deporte fuera de casa, y en este caso se suele optar por elegir una cinta de correr. A continuación unas cuantas sugerencias para sacarle buen rendimiento a la misma.

Comenzar con un precalentamiento

Empezar a correr sin un calentamiento previo puede ser un riesgo de lesión. De modo que lo más indicado será utilizar otros aparatos para calentar los músculos y después iniciar la rutina caminando.

Si vas a utilizar la cinta por primera vez o si no realizas ninguna actividad física desde hace tres meses o más, comienza a andar. Si te entrenas de manera constante (al principio dos veces a la semana, para luego aumentar a tres), puedes aumentar gradualmente la intensidad del ejercicio.  Lo importante es no exagerar y no olvidar el precalentamiento anterior y el estiramiento posterior al ejercicio.

En una cinta para correr con cero por ciento de inclinación, debido a la falta de resistencia del viento y la inercia de la misma máquina, estarás corriendo como si lo hicieras con una ligera pendiente hacia abajo. Por esto el protocolo para un esfuerzo equivalente a correr en exterior sugiere poner la inclinación en 1%. Pero si estas empezando a correr, la inclinación será mejor de cero a 0.5%.

 Diferencias de correr en cinta 
 o al aire libre
 
En la cinta tu cuerpo sigue un movimiento natural, el mismo que ejecutas al caminar o correr al aire libre. La única diferencia es que no hay desplazamiento hacia delante. 


El impacto es menor y la concentración mayor, porque la superficie de apoyo del equipo es plana y no tienes que preocuparte de los baches y surcos que suele haber en el pavimento. 

Por eso la cinta de correr es recomendable no sólo para comenzar una actividad física desde cero sino también para complementar la actividad al aire libre, porque es una buena alternativa de entrenamiento en caso de mal tiempo.

La hidratación es muy importante, por eso se debe tener cerca una botella de agua o bebida deportiva hidratante, generalmente en la cinta el paso será más rápido y el ambiente más caliente, por lo tanto es fácil deshidradatarse, produciendo fatiga y teniendo que acabar el entrenamiento antes de lo previsto.

 El entrenamiento cardiovascular realizado en una cinta de correr activa la circulación sanguínea y mejora la eficiencia de tu corazón. Esto te permite tener más resistencia, sentir menos cansancio y tener más aliento para tus actividades cotidianas.

Para relajar gradualmente los músculos, termina el ejercicio andando 5 minutos, lentamente a 3km/h. Baja de la cinta y haz 10 minutos de estiramientos en el suelo o en un espacio libre.

IMPORTANTE: la cinta de correr no es recomendable si se han diagnosticado problemas graves de músculos o articulaciones, sobre todo en la espalda, rodillas y tobillos. En este caso es preferible un equipo como la elíptica, que asegura un movimiento más fluído y un menor impacto en las rodillas y los piés.



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