La adrenalina (también llamada epinefrina, en su versión sintética) es una hormona bombardeada por el cuerpo en situaciones de alerta o de peligro. Desde el punto de vista biológico, podemos definirla como una hormona segregada por las glándulas suprarrenales. ¡Es la hormona de la acción!
Las horas antes de un examen, un encuentro inesperado, los pasos de la novia hacia el altar. Estas situaciones comparten un aspecto en común: la presencia de la adrenalina. Su función básica consiste en generar una eficaz adaptación al estrés, entendido como la capacidad de adecuarse a una determinada circunstancia. La adrenalina actúa cuando se produce una situación de tensión (agradable o desagradable) a la que el cuerpo debe adaptarse. La presencia de adrenalina es una respuesta involuntaria frente a la percepción del riesgo.
No pertenece exclusivamente al terreno de los deportes extremos, sino que la adrenalina tiene su propio espacio dentro de nuestra rutina diaria. Por lo general, es asociada a situaciones de tensión. Por ejemplo, frente a la amenaza de un posible asalto, la adrenalina se disparará y generará un aumento de la presión cardíaca y de la frecuencia respiratoria, se dilatarán las pupilas y el cerebro estará más alerta. Dado que los músculos de las piernas necesitarán una mayor cantidad de sangre para correr con más velocidad durante la posible huida, la presión cardíaca aumenta y envía sangre a las extremidades inferiores. Sucede lo mismo con el sistema respiratorio, aumenta la frecuencia respiratoria para tener más oxígeno en la sangre. La dilatación de las pupilas se debe a la necesidad de obtener una visibilidad clara de la situación.
El campo de acción de la adrenalina no se reduce a los esfuerzos físicos. Los ingredientes típicos de un encuentro amoroso suelen originarse en su segregación. Así, el ruborizarse, el temblor en las manos y en los labios, las palpitaciones o el nudo en el estómago son responsabilidad de esta hormona delatora.
Considerando otro plano, la increíble capacidad de estudiar sin descanso en las horas de la noche anterior al examen también se debe a la acción de la adrenalina.
Entonces, la adrenalina tiene las siguientes acciones:
- Aumenta la concentración de glucosa en la sangre en el hígado y músculos. Recuerden que allí se almacena la energía de reserva en forma de glucógeno para ser utilizado cuando el cuerpo lo requiera.
- En grandes cantidades, aumenta la presión arterial; pero en concentraciones bajas, la adrenalina produce descenso de la presión arterial.
- Aumenta el ritmo cardíaco, para facilitar el bombeo de sangre por el cuerpo.
- Dilata las pupilas proporcionando una mejor visión.
- Aumenta la respiración, por lo que se ha usado como medicamento contra el asma.
- Puede estimular al cerebro para que produzca dopamina, hormona responsable de la sensación de bienestar, pudiendo crear adicción positiva.
Una de las formas más divertidas es hacerlo con cualquier deporte extremo que represente algún tipo de peligro, acción o miedo, pero con todas las medidas de seguridad. Por ejemplo: lanzarse en paracaídas o en parapente, surfear, patinar, motocross...y muchas actividades más que te generen euforia!
Dra. Samar Yorde
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