El estiramiento es la mejor manera de prevenir las contracturas musculares, disminuyendo en gran medida la sensación de fatiga, y ayudando a prevenir traumas musculares y articulares. Aumenta la flexibilidad y la elasticidad de los músculos y tendones, obteniendo una mejora en la capacidad de movimientos.
Respecto a las articulaciones hay que destacar que los beneficios son sorprendentes: permite mejorar la elasticidad muscular y estimular la lubricación articular, ayudando de ese modo, a ralentizar los síntomas de enfermedades como la artrosis. Ayudan también a disminuir la presión arterial favoreciendo la circulación, facilitan la relajación reduciendo el estrés físico y mejoran la coordinación de los movimientos.
Para realizarlos de manera correcta, se deben seguir estas indicaciones:
Es importante identificar el grupo muscular que se debe estirar, buscar una posición cómoda pero eficaz, y una vez conseguida, se debe mantener durante un tiempo de 15 a 30 segundos; se recomienda no supere el umbral del dolor.
Antes del estiramiento, es importante que el músculo esté caliente, por lo que parecería más adecuado realizar el estiramiento al final del entrenamiento relajando la musculatura. Aunque para muchas actividades, deberá hacerse también al principio, previo calentamiento de 10 a 15min.
Es necesario que el ambiente sea tranquilo y utilizar ropa cómoda, que permita movimientos muy amplios y no obstaculicen la respiración. Otro elemento importante es el ambiente en el que se entrena: el entrenamiento incluye entre sus series, unas posturas que se realizan en el suelo. Por tanto, es conveniente utilizar una alfombra de modo que la superficie en la que se estira sea relativamente cómoda.
Para obtener unos buenos resultados, se recomienda centrar el estiramiento en la flexibilidad, es la mejor opción tanto si se hacen en casa como en el gimnasio.
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